En este artículo demostraremos que detrás del concepto, la trama e incluso el diseño de la película Yellow Submarine se encontraba, en contra de lo que dice la historia oficial, la brillante, filosófica y atormentada mente de Lennon.
El 10 de febrero de 1967 el productor Walter Shenson hacía llegar a Los Beatles diferentes propuestas para una nueva película; tenían que cumplir el contrato que habían firmado años antes con United Artist, por el cual se habían comprometido a realizar tres films. Ninguna de las ideas de Shenson caló en los miembros de la banda, que afirmaban que no se sentían con ánimo de abordar la grabación de una película en ese momento. Pero el contrato les obligaba a ello, por lo que finalmente decidieron realizar un largometraje de dibujos animados.
Pero, ¿por qué una película de animación?
La versión oficial dice que no tenían tiempo para asistir a los rodajes, debido a la dedicación exclusiva que les exigía la preparación del álbum Sargent Pepper’s. Probablemente sea cierto, sabiendo las circunstancias que les rodeaban. Sin embargo, podemos deducir que habría alguna otra razón.
En primer lugar, Faul. Hacía tres meses que estaba por allí, su entrenamiento era insuficiente, su parecido todavía no estaba demasiado logrado y sus gestos aún distaban de ser un buen reflejo de los de Paul. Una película no es como una entrevista de diez minutos o un vídeo musical de apenas tres; en este segundo caso, además, se puede jugar con las luces y las imágenes para distraer la atención de ciertos detalles. Un largometraje se ha de ver en la enorme pantalla de un cine y tiene mucha más repercusión.
Hay que tener en cuenta además que Faul iba evolucionando conforme pasaban los meses en cuanto a aspecto y ademanes. Una película de este tipo habría tardado varios meses en estar terminada (no como MMT, que se rodó en apenas treinta días), y los paulatinos cambios en Faul habrían quedado reflejados en el film haciendo sospechar a los seguidores. ¿Os imagináis ver a Faul cambiando de cejas, de nariz, de color de ojos, de altura y hasta de acento veinte veces en una hora y media?
No dudo que quizá John, George y Ringo no hubieran tenido inconveniente en que Faul se expusiera de algún modo, pero la maquinaria tras él no lo debió de considerar prudente.
No obstante, arriesgaron con la escena final, imprescindible como “gancho” para los fans, que en algún momento desearían ver a sus ídolos apareciendo en la película. Sin embargo, esta escena fue rodada bien entrado el 68, cuando ya estaba casi hecha la película, un año después de la aparición de Faul y después de que este se hubiera mostrado ampliamente en todo tipo de eventos y en Magical Mystery Tour. Por eso su aspecto está notablemente mejorado con respecto al año anterior y su parecido con Paul está logradísimo. Sin duda se trabajó mucho para lograr esto.
En segundo lugar, el objetivo de la película. La intención principal, como veremos, era enviar mensajes y reflejar sentimientos a través de la simbología. Esto hubiera sido muy difícil de lograr con una película normal. La animación ofrecía unas posibilidades ilimitadas para plasmar imágenes, colores, personajes y situaciones más allá de la realidad.
¿Quién estuvo detrás de la historia?
Viendo los títulos de crédito que aparecen al principio del film, me llamó la atención un nombre: Lee Minoff. A él se le atribuye la base de la idea, lo que luego daría lugar al argumento y el guion. De forma que me dispuse a buscar más información sobre él.
Extrañamente, apenas hay nada. Lo poco que se encuentra en la red está asociado siempre a Yellow Submarine, como si sólo hubiera hecho esto a lo largo de una carrera que suponía habría sido más extensa. No dudo de su existencia, pero sí de su implicación o de lo que sabía. Y es que hallé una página muy interesante.
En ella se subastaba un lote completo de material de Minoff, de la época en la que, supuestamente, había estado trabajando en el guion. En la descripción del lote aparecía un documento, de unas veinte páginas, datado el 11 de septiembre de 1966. ¿Os suena esta fecha?
Exacto: es la fecha que aparece en el bombo del Sargent Pepper’s. La misma fecha en la que, un año después, comenzó el Magical Mystery Tour.
En la página justificaban esto con todo tipo de razones, todas ellas encaminadas a afirmar que Minoff trabajaba ya en la película por ese entonces (incluso dicen que existe un contrato firmado por Minoff y Brodax, el productor, con fecha de principios de octubre del 66). Pero esto, a tenor de la historia oficial de la película, es contradictorio y extraño: como ya he dicho, y existen numerosos reportes, no fue hasta por lo menos marzo del 67 cuando surgió la idea de hacer esta película.
¿Qué hace entonces esa fecha encabezando un boceto del guion de Yellow Submarine?
Después de este asombroso descubrimiento, busqué más información sobre la gente que había tenido que ver, de una forma u otra, en la creación de la historia.
Y encontré otro nombre: Roger McCough. Al parecer, fue responsable de gran parte de la historia definitiva, y existe reporte de que fue pagado por su trabajo con un cheque de 500 dólares. Pero en los títulos de crédito no aparecía, lo cual me hizo sospechar en seguida.
Buscando sobre él, hallé que había pertenecido a un grupo de música y poesía del Liverpool de comienzos de los sesenta, llamado The Scaffold. ¿Y quién había sido su compañero en dicha banda? Peter Michael McCartney, el hermano de Paul.
Se ha repetido hasta la saciedad (demasiado, y ya sabéis lo que opino de eso) que los Beatles no habían tenido nada que ver en la película, más allá de aportar sus canciones. Pero hallé una anécdota que contradecía esta afirmación. Y es que al parecer John solía llamar al productor, Al Brodax, para compartir con él las ideas que se le iban ocurriendo. Se pone como ejemplo la escena inicial tras los créditos, cuando el submarino persigue a Ringo por las calles de Liverpool. En esta ocasión se dice que John había telefoneado a Brodax a las tres de la mañana. Para no tener nada que ver con el film, parecía que le quitaba el sueño.
Tenemos un boceto en cuya cabecera se puso la fecha de la desaparición de Paul, sin ninguna lógica a tenor del momento en que sabemos que se empezó a trabajar en el guion. Tenemos a un gran amigo del hermano de Paul como responsable de la historia definitiva, el cual no consintieron que apareciera en los créditos. Y tenemos a un Lennon llamando de madrugada para proponer ideas.
Otra de las evidencias que tenemos de la intervención de John en la película es que, verbalmente, el guion está lleno de juegos de palabras y discursos absurdos con reminiscencias de Joyce, de esos que tanto le gustaban. Y que, de todos los personajes, el que sin duda está mejor detallado en cuanto a personalidad es él.
Y, por último, este otro detalle que serviría también para argumentar que tuvieron más implicación de la que oficialmente se reconoce:
Sobre el piano, bocetos con los dibujos de la película. ¿Se los enviaban para su revisión? ¿O tal vez el propio John, a quien tanto le gustaba dibujar, participó activamente en su diseño?
Con todos estos datos tenemos evidencias suficientes como para poder deducir, con pocas probabilidades de equivocarnos, quién estuvo detrás de la historia y, sobre todo, qué se quiso plasmar en ella.
Esta imagen se puede encontrar en el interior del libreto que acompañaba a la película en algunas de sus versiones. Es suficiente para hacernos una idea de por dónde iban los tiros.
Qué representa
Para entender la película no tendremos más remedio que meternos, una vez más, en la mente de John. Algo que sabemos es muy difícil, dada la complejidad de su mente.
La forma en que se suceden los acontecimientos, las imágenes, los diálogos, ese aire inconexo y deshilado… Es muy posible que parte de todo hubiera salido de un sueño de John. De hecho, si llamaba de madrugada a Brodax quizá era porque acababa de tener algún sueño o pesadilla que luego se convertiría en parte de la historia.
No esperemos encontrar un argumento demasiado coherente, prácticamente todo salió de la mente de John; es su simbología, su forma de ver el mundo, la psicodelia que lo envolvía mezclada con sus sentimientos.
Aquí podemos ver, una vez más, la mano sobre la cabeza de Paul que tanto se repite en la historia Beatle, aquí algunos ejemplos:
A finales de 1980, y con motivo de la reciente muerte de John Lennon, se repuso temporalmente Yellow Submarine en un cine de mi ciudad. Yo tenía sólo 3 años y mi padre decidió llevarme a verla, a pesar de estar convencido de que, debido a mi corta edad, me aburriría y no aguantaría ni diez minutos. Era en versión original subtitulada, yo no sabía leer ni por supuesto entendía inglés. Pero fui incapaz de pestañear en todo el rato, absorbida por las imágenes que veía y por la historia que, asombrosamente, entendía a la perfección.
Recuerdo todavía las sensaciones que me envolvieron cuando veía el film. Dicen que los niños pequeños tienen más capacidad de percepción porque su mente no está todavía tan condicionada como la de los adultos. Recuperemos esa capacidad, liberemos nuestras mentes como hacen los niños y, usando lo que sabemos, acompañemos a los Beatles en el viaje a Pepperland…
ONCE UPON A TIME…
… Or maybe twice, there was an unearthly paradise called Pepperland.
Érase una vez, o quizá dos, había un paraíso sobrenatural llamado Pepperland.
Esta es la entrada a ese país “no terrenal”, un arcoíris bajo el cual podemos leer Love, una palabra clave en la película. Pero, ¿qué es Pepperland?
Al parecer, se trata de un maravilloso mundo de color, de música, de felicidad. Una tierra “sobrenatural” (no está en este mundo) donde reina la paz y la armonía y la música fluye libremente.
“A ochenta mil leguas bajo el mar… ” Se nos dice que está sumergida. ¿No os recuerda a la canción de Ringo, Octopus’s garden, en la cual decía que le gustaría vivir bajo el mar en un escondite seguro? “Lay… or lie, i’m not too sure” Se extiende… o miente, no estoy seguro. Interesante juego entre estas dos palabras.
El sargento Pimienta con los ojos verdes
Bombo de la banda del Sargento Pimienta sobre un cocodrilo.
La banda del Sargento Pimienta ameniza el ambiente. Pero, ¿qué representa en la película? No olvidemos el momento en el que se ideó la historia: tras la desaparición de Paul, cuando se creó la “nueva banda”. En el film está, simple y llanamente, para mostrar la duplicidad: DOS bandas, personajes idénticos, pero diferentes grupos. Es la dicotomía entre los Beatles y lo que surgió después. Los “dobles” serán los elegidos para salvarlo todo, para alzar al pueblo a la revolución. Muestra la influencia de la música en la gente, cómo puede esta cambiar las actitudes. En contra de lo que muchos han pensado, la banda del Sargento Pimienta no es aquí el alter ego de los Beatles. El alter ego está en la película, pero no es este. Más adelante veremos quién es… Las imágenes anteriores sirven para mostrar las excelencias de la tierra de Pepperland: todo brillo, color y concordia.
Pero en contraste, desde las montañas grises, unos maléficos seres, los Blue Meanies, amenazan con romper esta armonía. Su jefe odia la música, odia el color, odia la palabra “sí”, odia todo lo que Pepperland simboliza. Quiere acabar con ella, controlarla y hacer que el mundo sea azul; es decir, triste. El color azul en esta película simboliza lo negativo. No puedo por menos que recordar el proyecto Bluebird, clave en la historia de la sustitución de Paul y otros acontecimientos de aquella época, algo que John es posible que supiera o intuyera ya por aquel entonces. De hecho, más adelante el propio jefe de los Meanies se dirigirá al guante como “My Blue Bird”. Y al final de la película admite ser “el primo del Bluebird of Hapiness”. Se trata de la maquinaria que quería controlarles, controlar la música y la juventud, la espontaneidad.
Cuentan con un poderoso ejército, diverso y llamativo. Aquí tenemos la primera aparición de las manzanas. Apple fue creado meses después por John para salir del control de EMI. Esta palabra tenía un gran significado para él, por su fonética (aPol). Aquí la fruta en sí no es un símbolo de varios “Pauls” que son lanzados para paralizar a la población (aunque no olvidemos el concepto de “caer” ni la anécdota de Isaac Newton), sino que simplemente, es una inclusión inconexa de John.
El primer ataque es, precisamente, contra la banda que toca en el escenario… Envolviéndola en un globo transparente que los paraliza y ahoga el sonido de la música. Es una alegoría del intento de manipulación de la música con fines oscuros. Las bombas de los Meanies caen sobre la población, paralizándola, convirtiéndola en piedra, unas estatuas que no pueden moverse ni actuar, aunque sí sienten, como veremos más adelante.
El guante, el arma más poderosa de los Meanies. Completamente azul. El hecho de que sea un guante no sólo es porque apunte con el dedo y machaque con el puño (símbolo de la pelea), sino que GLOVE es LOVE con una letra añadida al comienzo. Por una parte, es una alegoría de la sustitución de Paul: con el único añadido de una letra, desaparece completamente el concepto.
Momento en el que el guante señala el bombo de la banda mientras un aterrorizado Fred se prepara para el golpe que va a sufrir.
Más adelante, Fred se encuentra con el alcalde que, a pesar de las advertencias, quiere seguir tocando para terminar el cuarteto. Uno cae y se convierte en trío, otro cae y es un dúo, hasta que sólo queda el alcalde, que decide huir. Después se produce una interesante conversación, en la que el alcalde le está contando a Fred cómo habían llegado allí sus antepasados, y Fred repite insistentemente, y sin ningún sentido, la palabra “cuarteto”. Ambos se dirigen al submarino amarillo, primera vez que aparecerá este importante símbolo.
El alcalde cuenta que sus antepasados habían llegado allí en él. El submarino amarillo es un homenaje a Paul, ya que fue una canción suya. No deja de ser interesante que, siendo que había pasado ya algún tiempo desde que se hubiera grabado esta canción, acabara siendo la protagonista indiscutible de la película. Otro detalle es la imagen que estamos viendo ahora, en la que salen otros tres submarinos de otro color. Es decir: aunque el amarillo sea el más importante, se nos muestra que hay otros tres más.
Lo cual parece confirmarse con esta imagen. La “P” de Paul en el submarino. Fundamental reseñar que al comienzo de los créditos se diga: Starring: Sargent Pepper’s lonely hearts club band. … Y no “Los Beatles”.
Más símbolos en los créditos: las setas. Son el LSD.
Liverpool y no Londres, que es donde vivían los Beatles en aquel momento. Y es que los recuerdos y sueños de John probablemente tendrían esta ciudad como escenario. Toda la siguiente secuencia, con la canción Eleanor Rigby de fondo, es una muestra de las anodinas y solitarias vidas de la gente de Liverpool y, por extensión, del mundo entero. Gente gris, inmóvil o haciendo movimientos repetitivos, todos iguales (la escena de la mano acariciando un gato, el equipo de fútbol). Recuerda al estado en que había quedado Pepperland después del ataque. Pero aquí no están los Blue Meanies, ¿o sí? Es una crítica a la sociedad. Es John total, a Minoff no se le habría ocurrido algo tan ácido y oscuro como esto. Gente que llora mientras el submarino pasa sobre ellos, con su brillante color amarillo, en profundo contraste.
De entrada tenemos esta imagen. Tal parecería un muerto, con la bandera británica encima. Incluso la forma de la parte inferior de la ventana parece un ataúd.
Aquí asistimos a una de las más importantes referencias de toda la película a la muerte de Paul. La tumba con el número 49. PAUL (cuatro letras) McCARTNEY (9 letras). Nadie jamás ha sabido darle otra explicación a este número. De nuevo la palabra “lie”. Aquí yace enterrado el número 49, Paul McCartney. Y el submarino que emerge desde detrás. Pero existe otra versión (yo la tengo en VHS) en la que debajo del “Here lie Buried” había un nombre que fue eliminado posteriormente, como se puede apreciar en el siguiente pantallazo.
William McMillen. Por enésima vez, encontramos el nombre William rodeando a los Beatles. Junto a él, un apellido que comienza por “Mc”. Obviamente, se debió de considerar excesivo poner “McCartney”, pero la alusión es tan clara como la del número 49. William… McCartney.
Sala de redacción, alegoría de las noticias y los medios de comunicación.
Un suicida. Recuerdo de John de aquel momento en el que, según él mismo reconoció, estuvo a punto de quitarse la vida en el otoño del 66.
Esta es otra importantísima secuencia. Idea también de John, incluso oficialmente, como ya sabemos. En primer lugar, una pirámide a la izquierda, a la cual apunta Ringo mientras dice que “él es el infortunio”. Después, si nos fijamos bien, veremos una cara semitransparente. El ojo derecho está sobre la caja que está más alta, y el otro justo debajo de la pirámide. Por último, la palabra “Liverpol” está escrita de forma extraña, parece tener más letras de las que debería. Si tomamos el primer palo de la izquierda como una “L”, veremos que después hay otro con un punto encima, como una “I”, seguido de una “E” muy clara. Parece decir algo así como “Lie Liverpool”. La palabra “lie” ha aparecido ya en varias ocasiones, y en sólo diez minutos de película. Después Ringo pasea por la calle de la Esperanza. El submarino le va persiguiendo, se esconde, y Ringo no logra verlo. Es la búsqueda de Paul. Después aparece el ridículo policía que llama al gatito y dice que no creería a Ringo si este le contara lo que le está pasando.
Sube por una colina hasta la casa. Como ya sabemos, el 60if afirma que Paul fue encontrado al pie de una colina, símbolo que no podía faltar en la película, igual que luego aparecerá en el libreto de MMT, incluso de forma mucho más clara (nótese la mano izquierda de Faul). Más adelante habrá otra referencia a una colina, luego la veremos. Fred se apea del submarino y comienza a pedir ayuda, usando para ello algunas frases de Help! Ringo responde diciendo “what you need is…” en referencia a All you need is love. Por primera vez, Fred pronunciará una importante secuencia, que se repetirá en más ocasiones: “‘H’ for hurry, ‘E’ for ergent, ‘L’ for love me and ‘P’ for p-p-please help!” La “L” de love. Y antes de decir “Please” titubea… como si no fuera esa la palabra que iba a decir.
Al entrar en la casa, tenemos esta interesante escena. Hay que fijarse mucho para darse cuenta de que, a la izquierda, sobre las puertas, hay una imagen de alguien tumbado… Aparte de que hay cabras por toda la pared. La escena de las puertas es muy original e imaginativa, y encarna la confusión en la búsqueda. Unas gafas como las de Lennon aparecen corriendo. También un huevo, que luego se convertiría en el eggman de I am the Walrus. Comentaremos este símbolo en el artículo sobre la canción. Lo que está claro es que en la película parece haber cierto “aire” de Alicia en el país de las maravillas, libro que John adoraba y que usó en múltiples canciones.
Diferentes iconos y héroes. Fred le pregunta si pueden llevarse alguno, pero Ringo responde que no, porque él sólo trabaja con sus compañeros. No será la primera vez que alguien haga un comentario parecido.
El Frankenstein es un símbolo que, como vimos en el artículo de Ringo, también se usó para la canción Back of Boogaloo. Es lógico, ya que se trataba de un muerto vuelvo a la vida artificialmente. Pero en este caso es John.
George se encuentra en varios lugares a la vez, y luego confunde a todos apareciendo por detrás con el coche de Ringo. Cuando George le pregunta cómo sabe que es su coche, Ringo le contesta que es rojo con ruedas amarillas, y luego aparece George con el coche de otros colores y diciendo que “todo está en la mente”. Mejor busquemos a Paul, ¿no? No sólo es curioso que sea el último en aparecer, también se da la circunstancia de que es al que más tardan en encontrar, en todas las puertas está pasando algo terrible: el King Kong secuestrando a la chica, un tren que apunto está de arrollarlos…
Por fin, aparece Paul. Es el único al que no le hace falta que sus compañeros le cuenten la historia ni que Fred haga su interpretación de gritos inconexos. Paul ya sabe lo que pasa: ¿Qué ocurre, chicos? ¿Blue Meanies? Y aquí viene la gran pregunta, muchos me la han planteado a lo largo de los meses. Cuando vemos este personaje, ¿es Paul o Faul? Sin duda, es Paul verdadero. Su personalidad está muy bien reflejada. Vemos a un Paul elegante, presumido, muy cuidadoso en sus formas y, fundamental: es el único sin bigote. Este no era Faul en ningún caso, que desde el primer momento se mostró desaliñado y falto de estilo. John se imaginaba un viaje con Paul y sus amigos. Pero atención a la corbata roja y amarilla. Esto es muy recurrente en la película: el coche de Ringo que luego cambia de color, el fuego que sale del guante, los calcetines de los Blue Meanies… Parece formar parte, de alguna manera, de la confusión y lo negativo.
El submarino también parece combinar estos colores
La famosísima imagen en la que hay dos Pauls, uno real y otro que se ve a través de un monitor… Nadie puede pensar que es un hecho casual que sea Paul precisamente el que salga doble, igual que no lo era el hecho de que apareciera el último… Empieza el viaje por los mares llenos de psicodelia que habitaban en la mente de John. Cada uno tiene un significado especial.
El mar del tiempo que los hace ir hacia atrás y convertirse en niños. Paul le dice a Ringo: “You’re not half the lad you used to be”, una referencia a Yesterday. La marcha hacia atrás los hace correr el peligro de dejar de existir. Mueven el reloj y entonces van más deprisa. Es la representación de querer controlar lo que sucede, tener en las manos el manejo del tiempo y de los acontecimientos. Aparecen dos submarinos. “Somos nosotros mismos retrocediendo en el tiempo”. Como vemos, el concepto de “duplicidad” está muy presente en el film, al igual que lo estaría, de manera obsesiva, en la mente de John. Tercera canción de Paul. When I’m sixty four. Es un precioso homenaje a haber querido ver envejecer a Paul.
El mar de la ciencia, algo que también era muy típico de la mente de John. Y la canción elegida es Only a northern song. Escrita en 1967, casualmente mientras se ideaba la película, pero no incluida en el Sargent Pepper’s, sino en la banda sonora de la misma. Se dice que era una crítica a la compañía Northern songs, encargada de explotar el material Beatle y con la que habían tenido algunos problemas. Imagen de los tres Beatles con bigote, en la época del Sargent Pepper’s, pero Paul no lo lleva, como si se tratara de una referencia al verdadero ya que, como sabemos, no existe ninguna imagen de él llevando mostacho. En el mar de la ciencia se está haciendo referencia a una canción que está “fuera de tono”, que suena mal. Los sonogramas que más tarde salen del oído de Paul… Se está haciendo alusión a evidencias sonoras. Los intentos de disimular la realidad de lo que ocurría, las grabaciones de canciones hechas por Paul, la voz de Faul y todo aquel trabajo que realizaban en aquel momento.
Una caja de la que salen multitud de Beatles. Pero, mientras va entrando uno “de cada”, se les cuela un monstruo que hace que la caja se vuelva loca. Aparece dentro del submarino, dicen que es horroroso y lo expulsan…
El mar de los monstruos, agobiante, lleno de seres horrendos y extraños. Se percibe un movimiento asfixiante, saturado, parece salido de una pesadilla. Durante todo el tiempo que permanecen allí, tratan de huir de los monstruos. Es un mundo agresivo, salvaje. El primero que aparece es el monstruo aspirador, insaciable, que se lo come todo. Con unas botas parecidas a las del jefe de los Meanies. Tenemos de nuevo una pirámide, una gasolinera que hace referencia al petróleo. Una corbata con una rosa que parece tener un ojo en el centro. Poco después, Ringo sale despedido. Y tiene lugar esta conversación: JOHN: ¿Ahora que Ringo no está qué haremos? FRED: Aprended a cantar en trío. PAUL: Nooo, salvemos al pobre diablo. Por segunda vez, hay una negativa a continuar si alguien falta, como Ringo cuando rechazaba irse con los “héroes”, porque sólo trabajaba con sus amigos. Mientras el pobre Ringo “galopa” sobre el monstruo, se vuelve a repetir la secuencia de antes: ‘H’ is for hurry (En este momento se pierden los instrumentos) ‘E’ is for ergent… ‘L’ is for love me… ‘P’ is for please… Al final de la escena, una vez recuperado a Ringo, el monstruo aspirador, en su inmensa codicia, acaba tragándose a sí mismo, liberándolos. Grandísima alegoría, también muy propia de John.
De repente, aparecen en el mar de la nada. El motor se estropea. Bajan a buscar ayuda y se encuentran a un curioso ser al que no dudan en catalogar, de entrada, como “un Don Nadie”. JOHN: And who the Billy Shears are you? Preguntarle eso a un nadie… Qué curioso. El Nowhere man Hemos llegado a uno de los personajes más importantes de la película. El nowhere man es una contradicción entre no ser nadie y serlo todo. Es un personajillo curioso, divertido, que parece estar feliz, sin darse cuenta de su condición, hasta que ellos lo entristecen con sus referencias y su canción. Es muy culto e inteligente, pinta, lee, escribe, filosofa, canta… Está lleno de habilidades, pero vive extrañamente en medio de la nada. Se presenta con cuatro nombres, uno por cada tarjeta que entrega a un Beatle. Es una mezcla de las personalidades de todos ellos: la inocencia optimista de Paul, la inteligencia de John, el sentimentalismo de George y el humor de Ringo. Son ellos. Ellos están en medio de la nada, se suben al submarino y, con la mayor simpleza, acaban derrotando al jefe de los Blue Meanies. Es la verdadera esencia de los Beatles, que parece pasar desapercibida, pero acaba siendo crucial. Nowhere man fue una canción que, según John, reflejaba cómo se sentía en un momento determinado. Parece bastante adecuada para reflejar el alter ego de todos ellos en un solo ser. Sus cuatro nombres: “Papanatas” es Ringo. “Doctor en Filosofía” es John. Hillary es George y Jeremy (que es con el nombre que se queda al final) es Paul. El Nowhere man, que es el único capaz de arreglar el motor.
Los Beatles, mientras andan, van llenando de color y flores el mundo vacío de Jeremy. Luego caminan hacia atrás y, como en el mar del tiempo, todo va desapareciendo.
Lágrimas y tristeza cuando se marchan los Beatles verdaderos. Luego es precisamente John el que quiere dejarle, porque “es feliz yendo en círculos”. Pero Ringo se apiada y decirle adoptarle. JEREMY: ¿Llevarían a un don nadie? RINGO: Sí, lo llevaríamos.
El mar de las cabezas. Es en este momento cuando se separan del submarino, Fred no puede pararlo y se marcha… ‘H’ is for hurry, ‘E’ is for ergent, ‘L’ is for love me. Y ahora es cuando John completa la frase, dando la clave de lo que la “P” ha significado todo el tiempo: ‘P’ is for… goodbye?
Este mundo es el más cercano a la psicodelia entendida por John. En el mar de las cabezas tenemos una gran cantidad de mensajes: palabras como “never”, “maybe”, una referencia al Marqués de Sade, fórmulas matemáticas, estrellas, la palabra “true”… Todo parece simbolizar la complicada mente de John y las preguntas que se haría constantemente.
Lucy in the sky with diamonds. Ya hice una pequeña introducción a esta parte de la película en el artículo sobre el Anthology. El propio George Martin nos contaba –teniendo muchísimo cuidado de no decirlo directamente, pues eso habría chocado con lo que siempre se había intentado negar –que John había estado bajo la influencia del LSD cuando compuso esta canción. Según él y John, “alguien” (sabremos quién en el artículo de La gran conspiración) le suministró la droga sin él saberlo, de manera que comenzó a sentirse muy mal y Martin le ofreció subir al tejado para que le diera el aire. Una vez allí, John se quedó asombrado y maravillado por la hermosa noche estrellada que veía sobre su cabeza. Mientras se cuenta esta anécdota, está sonando por detrás Lucy in the Sky with diamonds. Esta imagen plagada de estrellas es la que recupera John ahora, momento en que sonará esta canción. Es interesante que nos hagan creer que ninguno de los Beatles (ni John) había participado en absoluto en la película. Minoff no podía saber la anécdota del LSD, pues fue algo que se hizo público muchos años después. De hecho, no fue hasta el Anthology que se reconoció la influencia de la droga en la canción. Esto sólo podía saberlo John… Igual que es absolutamente imposible que Minoff y el resto del equipo fueran capaces de representar de una forma tan perfecta los efectos que el ácido tendría en la mente de John.
El mar de los agujeros y el mar verde. Otra muestra de psicodelia en esta secuencia que llega incluso a ocasionar cierto mareo por el efecto visual que produce. Es en este momento cuando un blue meanie rapta a Jeremy. Ringo se guarda un agujero en el bolsillo, que luego será muy importante. Entran y salen, desaparecen, saltan… Como en un juego del escondite, hasta que dan con el agujero que conecta con el mar verde, antesala de su destino, Pepperland. Nada más llegar, Paul indica que el lugar le parece muy “silencioso”, dándose cuenta en seguida de la ausencia de música. Luego hay una divertida escena en la que John, George y Paul se van pasando una manzana unos a otros, para acabar volviendo al mismo lugar de donde la había quitado Ringo. Poco después, deciden reanimar al alcalde cantando una canción. La música como salvadora, con un poder inimaginable que los Meanies quieren eliminar. “Have you got time to rectify, time to rectify”. Fragmento de Think for yourself, algo que no parece casual.
El alcalde al verlos queda sorprendido: ALCALDE: Sus caras… PAUL: En verdad somos bastante monos. Otra prueba de que es Paul verdadero. El llamado “cute Beatle”. ALCALDE: Podrían pasar por los originales. JOHN (interesantísimo): Somos los originales. ALCALDE: No, no, Sargent Pepper’s lonely hearts club band. RINGO: No pueden ser mucho con ese nombre. PAUL (con sorna): ¿Sargent Pepper? Y ahora tenemos una frase muy importante, clave para entender el significado de la película: ALCALDE: Podrían suplantarles y alzar al país en rebelión. Aunque del tema de la manipulación de la industria musical y la influencia de la música sobre la población hablaremos en próximos artículos, sabemos ya lo suficiente sobre los objetivos de la maquinaria que ideó todo esto como para darnos cuenta del profundo significado que tiene esta afirmación. Comentan ahora que no pueden hacer esto porque han perdido los instrumentos en el mar de los monstruos. Necesitan hacerse con otros, pero los Meanies han secuestrado todo aquello que hiciera música. PAUL: Detestan la música, ¿verdad?
Pepperland, con sus habitantes grises y quietos, es exactamente igual que el triste Liverpool del principio…
Pero, como indicando que todavía queda esperanza, se muestra una pequeña mariposa de colores que logra escapar y una persona que derrama una lágrima, señal de que los paralizados habitantes de Pepperland todavía pueden sentir. Los cuatro Beatles se camuflan detrás de imágenes de gente gris, así logran burlar la vigilancia.
Un Blue Meanie llevando un perro de cuatro cabezas, precisamente.
Para poder hacerse con los instrumentos, tienen que escalar una colina que recuerda mucho a la de la escena en Liverpool, cuando Ringo iba hacia su casa. Segunda referencia a este símbolo. El ejército tirado en las laderas también es una imagen interesante.
Una vez allí, encuentran los uniformes de la banda que, curiosamente, incluyen también barbas y bigotes falsos.
Interesante momento. Paul ha dormido dentro de la funda del contrabajo. Parece un féretro. Cuando abre la tapa recuerda a las películas de vampiros, ¿verdad?
One two three for… five, esta escena tan divertida recuerda a la del alcalde cuando quería terminar su cuarteto y van cayendo uno a uno sus compañeros. En esta ocasión, son cuatro (un número muy recurrente en la película) y se añade un “extra” que va golpeando al resto.
Empiezan a tocar la canción Sargent Pepper’s, momento en que se inicia la revolución; ojo a la flauta de Paul, blanca en contraposición al instrumento que lucía Faul en la portada del disco.
Luego se quitan las barbas falsas…
En el momento en que suena la frase “El cantante va a cantar una canción, déjenme presentarles a Billy Shears”, Paul apunta al busto del Sargento Pimienta.
Sobre él vuelven a aparecer ellos, posando, otra vez con las barbas falsas, mostrando así claramente la diferencia entre ellos y la banda Sargent Pepper’s.
Detalle de la banda sobre el sombrero
El Sargento Pimienta moviendo el bigote… ¿tal vez falso? Además, en esta ocasión se ha cambiado el color de los ojos, verde al principio y azul ahora.
Esta es otra escena fundamental, un detalle por el que siempre se han preguntado los fans. Si se sabe que la canción la iba a cantar Ringo, y siempre se han apoyado en ello para justificar la presentación de Billy Shears (ya que se afirmaba que Shears era Ringo) ¿por qué cuando aquí señalan al decir ese nombre lo hacen a John? ¿Por qué incurrir en semejante contradicción? Simplemente, porque entonces aún no existía la excusa de Ringo para justificar la presentación.
Después de esto, se quedan haciendo un posado y aparece una imagen extraña, burda, peor dibujada que las anteriores, como si fueran de cartón.
Los Blue Meanies van a contraatacar. No olvidemos que el cielo es azul –dice el jefe. Muestra de su fanatismo. Y atención, porque aquí vuelve a aparecer Jeremy, atrapado y amordazado. El guante entra en escena. Comienzan a surgir las palabras y la primera de ellas es precisamente: “Who?”
John es primero que saca de su boca la palabra GLOVE. PAUL: Es muy listo, ¿no? Y será George es el que tenga la idea de decir: Todo lo que necesitas es amor.
John quita la G de la palabra, para convertirla en LOVE. Y, para enfrentarse al guante, se “tira” de la cabeza del sargento pimienta con decisión.
La grandiosa y famosa escena de John sacando las palabras de la canción de su boca para atacar al guante con ellas.
Una torre con la palabra “Love”
Paul, con su flauta blanca en la mano, quitándose el disfraz ante la cámara.
Tras bajar también de la cabeza, John aparece en primer plano diciendo “Love” mientras Paul está detrás.
Luego se van los dos juntos… Y vencen al guante.
No… ahora… sabe. No requiere demasiada explicación, el mensaje está claro.
Los Beatles liderando al pueblo en la revolución. Algo que John siempre habría querido, y no como en realidad estaba sucediendo.
Pero… ¿qué hay de la “verdadera” banda del Sargento Pimienta? Claro, todavía está atrapada dentro del globo: JOHN: En Pepperland todo es posible. PAUL: Sólo es una esfera. JOHN: Hay algo dentro. RINGO: Cuatro sujetos. GEORGE: ¿Qué están haciendo? PAUL: No están de fiesta, eso seguro. JOHN: Somos nosotros. TODOS: Sargent Pepper’s Lonely hearts club band. GEORGE: El parecido es asombroso. John empieza a filosofar mientras los demás tratan inútilmente de romper el globo: “Ellos son extensiones de nuestra personalidad suspendidos como si fuera en el tiempo, congelados en el tiempo, según la relatividad”. PAUL (interesantísimo): No podemos romper el vidrio, es a prueba de Beatles. RINGO: No, no hay nada así.
Una vez que Ringo consigue romper el globo con el agujero, se produce el encuentro entre los dobles. Como ya comentaba, el hecho de que en esta película existan dos bandas similares no es casual. Habla de la duplicidad que tanto estaría obsesionando a John cada vez que viera a Faul y su parecido con Paul. Lo curioso es que la banda se ha quitado también los bigotes y barbas, que debían de ser falsos. Otro concepto recurrente en la película. Los otros Beatles, como ya hemos visto antes, se los quitaban y ponían constantemente. ¿Por qué la banda del Sargento Pimienta llevaba también bigotes falsos? Para vencer al perro de cuatro cabezas (que en algún momento, quizá por motivo de perspectiva, sólo muestra tres) utilizan el recurso de confundirle con los dobles. Interesante el comentario que le hace el doble de John a éste: ¿Sabes algo que yo no sepa?
Jeremy contra el jefe de los Blue Meanies. RINGO: Jeremy, ¿puedes ser tú? JEREMY: ¿Puedo ser yo? Mejor pregúntales a los guardias. Me quitaron mis tarjetas.
Y es ahora cuando el “don nadie”, el personaje que parecía no tener ninguna importancia, es capaz de vencer al malvado jefe de los Meanies con sus palabras, igual que había hecho John con el guante. Porque el verdadero poder, aparte de en la música, está en el mensaje.
RINGO: La primera vez que vi a ese Don Nadie, supe que era alguien. John le da la razón con un guiño y ofrece la paz a los Blue Meanies, cuyo jefe, por primera vez, dirá: YES.
“Yes”. La palabra favorita de John. La que hizo que se conmoviera en la providencial exposición de Yoko. Otra prueba de que John estaba detrás de esta película. Ahora, el despliegue de color, música, ritmo y fantasía de la maravillosa canción de George. Con Jeremy como protagonista indiscutible, que acaba de ascender por una torre de flores para acabar en la palabra “Yes”.
9 monstruos azules. 9, el número de John.
El jefe de los meanies, Fred, el alcalde y Jeremy. Los protagonistas.
Cuando la canción dice “más cosas hay que ver”, las gafas de John dominando la escena.
El final feliz que John hubiera deseado.
El sol con un curioso bigote… ¿falso?
LOVE y la construcción donde reposa el submarino amarillo.
Y como final, los Beatles, el jefe de los Meanies y Jeremy.
El submarino amarillo volando por encima del sol. THE END.
La intervención de los Beatles
Como ya decía más arriba, esta escena sólo servía como aliciente para los fans, que estarían deseosos de ver a los Beatles de carne y hueso. A destacar la increíble imitación de Faul. Lógico: era una secuencia que todos observarían con atención, y él tenía que estar perfecto, tanto en apariencia como en gestos.
Se trata de dos minutos de bromas sin demasiadas pretensiones, salvo dos interesantes detalles:
Faul con la palabra “Love” en la mano.
Y Ringo diciendo que sólo le queda medio agujero porque la otra mitad… la tiene Jeremy, precisamente.
Y termina con All together now…
Al final de los títulos de crédito, encontramos esta interesante declaración:
Esta película es un trabajo de ficción y los eventos en ella son ficticios. Sin embargo, algunos de los personajes retratados están basados en personas reales. Cualquier similitud con el nombre, apariencia o historia de alguna otra persona, viva o muerta, o cualquier otro evento real, es una coincidencia y totalmente no intencionado.
Yo habría añadido algo más a los títulos. Algo que la historia oficial trató de ocultar, para que nadie sacara conclusiones sobre lo que veía:
Made by John Lennon
Lady Ruth
Con la colaboración de Paulina McKnick, Jorge Daniel Mercado, James McGear y Cristian Ramírez
8 comentarios en “Yellow Submarine y la simbología de John Lennon”
Gracias, Lady Ruth, por este estupendo articulo. Yo tambien tengo la clara conviccion que Lennon tuvo mucho que ver con esta pelicula.
Por añadir un detalle que no mencionas -e igual es imaginacion mia- en la cancion All Together Now, no crees escuchar “One… Two… Three… Faul”? Vi varias veces este clip del final de la pelicula… Y no se me quita la idea de la cabeza.
Hola Alberto. está dudoso, la verdad, no es el único ejemplo en el que parece que algunos de ellos dice “Faul”, ya sea en lugar de “Four” como este caso, o en lugar de “Paul”. Incluso tenemos ese “Faul-Paul” en aquella entrevista de John con Yoko, ¿recuerdas? Pero ninguna la veo tan clara como para aventurarme a afirmar que es cierto. Podría ser, claro que sí, pero tenemos muchos ojos encima esperando el mínimo fallo y hay que ser prudentes. Gracias por tu comentario, un abrazo.
Felicitaciones por el gran trabajo de investigación y de puesta en escena que hace en todos los artículos que escribe. Y también por el respeto que muestra usted por la redacción, la semántica y la ortografía. Usted sí puede escribir libros. Está claro que ha leído y estudiado mucho.
Dicho esto, esperando no parecer muy lisonjero pues lo digo de corazón, voy al asunto: hace muchos años que vi esta “peli” pero no percibí tanta sutileza como la que ahora percibo, sin tener que verla otra vez, gracias a este magnífico artículo.
Aunque probablemente lo que voy a explicar ahora será de sobra conocido para usted y sus lectores, creo que puede ser interesante por si es uno de esos flecos que pueden dar lugar a otro tipo de investigación o de ampliar las ya abiertas.
Se trata del asunto de las cabras decorativas presentes en lo alto de las paredes del pasillo de la casa.
Insisto, seguro que siempre ha tenido esto de las cabras en cuenta, pero le doy mi visión.
En inglés, goat es cabra, sé que lo sabe. Billy Goat es macho cabrío (palabras mayores, six, six, six…). Shear es esquilar. Shears serían cizallas en general. Billy Shears podría ser, de forma opaca quizás, la primera conexión del maligno con el Rock.
Sigo. Es posible que esas cabras en la película tengan este tipo de significado, tal vez refiriéndose a Billy S., y de paso a esto que digo, quién sabe; y, si es así, es posible que en el Sgt. Pepper’s, a Billy S. en general se le presente encriptadamente como a un macho cabrío que abre la puerta a la obscura historia del rock del futuro (el gesto de John L. con su mano en la portada del Yellow y en otras fotos – a poder ser sobre la cabeza de Billy-, y que luego se adopta en el heavy metal, culminando en el “coming down fast” del Helter Skelter del Blanco, álbum más que elogiado, creo que en 2008, por el Vaticano – quizás ya en sus horas de Anticristo profetizado- con el fin de absolver, fue la excusa, a estos chavales por las blasfemias del joven Lennon…, y, en fin, mucho más en obras posteriores que le darían para escribir otro libro, seguro).
No me extiendo pero quisiera ilustrar esto un poco más. Estos días, en los mundiales de fútbol, algunos astros andan haciendo gestos como si tuvieran perilla (chivas) e incluso algunos se la han dejado, dicen que como autoalusión a ser el “GOAT”, que sería el acrónimo inglés para Greatest Of All Times. No sé si ese acrónimo es de nuevo cuño o quizás se usaba ya en los sesenta. No lo he investigado pero parece interesante. En tal caso Billy Shears sería el cambio, para todos ellos su nuevo nombre de pila. Que si la morsa es Paul, que si Billy es Ringo… Creo que a partir de ahí saben todos ellos que nunca nadie podrá igualarles. No se me ocurre plantear ningún tipo de pacto entre estos genios y las fuerzas del mal… pero ahí andaban con Alistair y otras lecturas de cuidado.
Quién es el Billy Goat, quién lo esquilará… ¿o será él quien nos esquile a todos?
El Rock y el Demonio… Obra del demonio, dijo Benedicto en una de sus tesis para luego elogiar precisamente el Blanco… Tengo que decir, alegato de la defensa, que soy guitarrista jevi desde que tengo uso de razón, que los grandes guitarristas jevis son – somos – muy beatlemaniacus, y que todos los jevis que he conocido, cientos, además de beatlemaniacus, son – somos- la mayoría unos pedazos de pan…, en serio.
Termino. Toda esta historia del PID es apasionante. Y todas esas coincidencias imposibles en la historia de los Beatles y en todo lo que pueda rodearla, son eso: imposibles. Es de agradecer la labor de Lady Ruth en tan exhausta investigación y en el ritmo de la exposición.
Aun así, mi opinión ahora: creo que se urdió una trama de otra índole sin necesidad de aniquilar a nadie – o de que nadie tuviera un fatal accidente- y que, simplemente, sí que hay un cambio a todos los niveles en todos a partir de 1966, más en Pablo/Shears, lo reconozco, quien, salvo en cosas de talento y de dinero, oyéndole hablar, tampoco parecía muy brillante antes de 1967. Conocedor de su talento, se vino arriba quizás algo más que el resto y se aprovechó de la trama -¿Lennon/McCartney también, la trama?. Sabemos que siempre que han podido o se ha hecho necesario, todos ellos, los cuatro, recuerdan o recordaban al respetable que son los Beatles (John incluso moribundo, Paul humillando a Collins o a Clapton, el Quiet B. y Ringo en cada intervención, pues no se perdieron una Beatle celebration, etc.; aunque todos disimulaban, o lo intentaban, alegando hartazgo y hasta aversión al grupo y a sus propias canciones en ocasiones).
Disculpe si le he entretenido demasiado. A pesar de tener mi opinión, leo con gran pasión cada artículo que usted escribe; y cada vez que lo hago, reviso mi percepción de las cosas y me pregunto otra vez si en realidad…
Mi visión difiere con la suya en algunos puntos y coincide en otros tantos, no obstante le agradezco su comentario, tan elaborado y razonado. Y, por supuesto, le agradezco también sus palabras de apoyo hacia mi trabajo, es todo un orgullo escribir para lectores tan considerados y tan bien documentados. Espero seguir viéndole por aquí compartiendo sus interesantes puntos de vista.
Con tantas cosas que quería contar sin extenderme mucho en mi anterior “post”, olvidé apuntar que, en el asunto de las cabras, no había que dejar de lado observar cuán alegórica podría ser la portada del Ram de Macca. Ahí está Billy, con el Goat. Reaparece la cabra…
No se si lo han comentado, pero la canción All Together Now, si lapasan en reversa se escucha claramente I Buried Paul, excelente tu trabajo, pero veo que no has seguido con el sitio, saludos y no aflojes.
Es sin duda de John, el estilo artístico que tenia John es similar al de la película, inclusive hay personajes psicodelicos que me recuerdan a bocetos que hay de John públicos por Internet. Quien sabe y entre ellas que no son publicas la uso en esta película.
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Gracias, Lady Ruth, por este estupendo articulo. Yo tambien tengo la clara conviccion que Lennon tuvo mucho que ver con esta pelicula.
Por añadir un detalle que no mencionas -e igual es imaginacion mia- en la cancion All Together Now, no crees escuchar “One… Two… Three… Faul”? Vi varias veces este clip del final de la pelicula… Y no se me quita la idea de la cabeza.
Hola Alberto. está dudoso, la verdad, no es el único ejemplo en el que parece que algunos de ellos dice “Faul”, ya sea en lugar de “Four” como este caso, o en lugar de “Paul”. Incluso tenemos ese “Faul-Paul” en aquella entrevista de John con Yoko, ¿recuerdas? Pero ninguna la veo tan clara como para aventurarme a afirmar que es cierto. Podría ser, claro que sí, pero tenemos muchos ojos encima esperando el mínimo fallo y hay que ser prudentes. Gracias por tu comentario, un abrazo.
Good day, Sunshine (o Lady Ruth).
Felicitaciones por el gran trabajo de investigación y de puesta en escena que hace en todos los artículos que escribe. Y también por el respeto que muestra usted por la redacción, la semántica y la ortografía. Usted sí puede escribir libros. Está claro que ha leído y estudiado mucho.
Dicho esto, esperando no parecer muy lisonjero pues lo digo de corazón, voy al asunto: hace muchos años que vi esta “peli” pero no percibí tanta sutileza como la que ahora percibo, sin tener que verla otra vez, gracias a este magnífico artículo.
Aunque probablemente lo que voy a explicar ahora será de sobra conocido para usted y sus lectores, creo que puede ser interesante por si es uno de esos flecos que pueden dar lugar a otro tipo de investigación o de ampliar las ya abiertas.
Se trata del asunto de las cabras decorativas presentes en lo alto de las paredes del pasillo de la casa.
Insisto, seguro que siempre ha tenido esto de las cabras en cuenta, pero le doy mi visión.
En inglés, goat es cabra, sé que lo sabe. Billy Goat es macho cabrío (palabras mayores, six, six, six…). Shear es esquilar. Shears serían cizallas en general. Billy Shears podría ser, de forma opaca quizás, la primera conexión del maligno con el Rock.
Sigo. Es posible que esas cabras en la película tengan este tipo de significado, tal vez refiriéndose a Billy S., y de paso a esto que digo, quién sabe; y, si es así, es posible que en el Sgt. Pepper’s, a Billy S. en general se le presente encriptadamente como a un macho cabrío que abre la puerta a la obscura historia del rock del futuro (el gesto de John L. con su mano en la portada del Yellow y en otras fotos – a poder ser sobre la cabeza de Billy-, y que luego se adopta en el heavy metal, culminando en el “coming down fast” del Helter Skelter del Blanco, álbum más que elogiado, creo que en 2008, por el Vaticano – quizás ya en sus horas de Anticristo profetizado- con el fin de absolver, fue la excusa, a estos chavales por las blasfemias del joven Lennon…, y, en fin, mucho más en obras posteriores que le darían para escribir otro libro, seguro).
No me extiendo pero quisiera ilustrar esto un poco más. Estos días, en los mundiales de fútbol, algunos astros andan haciendo gestos como si tuvieran perilla (chivas) e incluso algunos se la han dejado, dicen que como autoalusión a ser el “GOAT”, que sería el acrónimo inglés para Greatest Of All Times. No sé si ese acrónimo es de nuevo cuño o quizás se usaba ya en los sesenta. No lo he investigado pero parece interesante. En tal caso Billy Shears sería el cambio, para todos ellos su nuevo nombre de pila. Que si la morsa es Paul, que si Billy es Ringo… Creo que a partir de ahí saben todos ellos que nunca nadie podrá igualarles. No se me ocurre plantear ningún tipo de pacto entre estos genios y las fuerzas del mal… pero ahí andaban con Alistair y otras lecturas de cuidado.
Quién es el Billy Goat, quién lo esquilará… ¿o será él quien nos esquile a todos?
El Rock y el Demonio… Obra del demonio, dijo Benedicto en una de sus tesis para luego elogiar precisamente el Blanco… Tengo que decir, alegato de la defensa, que soy guitarrista jevi desde que tengo uso de razón, que los grandes guitarristas jevis son – somos – muy beatlemaniacus, y que todos los jevis que he conocido, cientos, además de beatlemaniacus, son – somos- la mayoría unos pedazos de pan…, en serio.
Termino. Toda esta historia del PID es apasionante. Y todas esas coincidencias imposibles en la historia de los Beatles y en todo lo que pueda rodearla, son eso: imposibles. Es de agradecer la labor de Lady Ruth en tan exhausta investigación y en el ritmo de la exposición.
Aun así, mi opinión ahora: creo que se urdió una trama de otra índole sin necesidad de aniquilar a nadie – o de que nadie tuviera un fatal accidente- y que, simplemente, sí que hay un cambio a todos los niveles en todos a partir de 1966, más en Pablo/Shears, lo reconozco, quien, salvo en cosas de talento y de dinero, oyéndole hablar, tampoco parecía muy brillante antes de 1967. Conocedor de su talento, se vino arriba quizás algo más que el resto y se aprovechó de la trama -¿Lennon/McCartney también, la trama?. Sabemos que siempre que han podido o se ha hecho necesario, todos ellos, los cuatro, recuerdan o recordaban al respetable que son los Beatles (John incluso moribundo, Paul humillando a Collins o a Clapton, el Quiet B. y Ringo en cada intervención, pues no se perdieron una Beatle celebration, etc.; aunque todos disimulaban, o lo intentaban, alegando hartazgo y hasta aversión al grupo y a sus propias canciones en ocasiones).
Disculpe si le he entretenido demasiado. A pesar de tener mi opinión, leo con gran pasión cada artículo que usted escribe; y cada vez que lo hago, reviso mi percepción de las cosas y me pregunto otra vez si en realidad…
Saludos muy cordiales. Larga Vida al Rock.
Mi visión difiere con la suya en algunos puntos y coincide en otros tantos, no obstante le agradezco su comentario, tan elaborado y razonado. Y, por supuesto, le agradezco también sus palabras de apoyo hacia mi trabajo, es todo un orgullo escribir para lectores tan considerados y tan bien documentados. Espero seguir viéndole por aquí compartiendo sus interesantes puntos de vista.
Un abrazo y, claro que sí, larga vida al Rock.
Good Day, Sunshine,
Con tantas cosas que quería contar sin extenderme mucho en mi anterior “post”, olvidé apuntar que, en el asunto de las cabras, no había que dejar de lado observar cuán alegórica podría ser la portada del Ram de Macca. Ahí está Billy, con el Goat. Reaparece la cabra…
Por si merece la pena considerarlo para indagar…
Larga Vida
Adoro la película de Yellow Submarine, es increíble Lady Ruth, como haces estas cosas tan increíbles y asombrosas. Sigue así
No se si lo han comentado, pero la canción All Together Now, si lapasan en reversa se escucha claramente I Buried Paul, excelente tu trabajo, pero veo que no has seguido con el sitio, saludos y no aflojes.
Es sin duda de John, el estilo artístico que tenia John es similar al de la película, inclusive hay personajes psicodelicos que me recuerdan a bocetos que hay de John públicos por Internet. Quien sabe y entre ellas que no son publicas la uso en esta película.