“Por un lado, no hay duda de que la mayoría de los hechos o indicios son fácilmente refutables o simplemente resultan ridículos; pero por otro lado, sin embargo, se puede afirmar que un buen 30 por ciento de ellos siguen siendo inquietantes y no son explicables a la luz de la lógica”.
Esta era la conclusión a la que llegaba el escritor Glauco Cartocci al final de su libro “El caso del doble Beatle” de 2007, en el que analizaba la leyenda de la muerte de Paul. Todavía no se habían publicado los resultados de los análisis de Carlesi y Gavazzeni, Daniele Gullá y Elena Marchetti, así que quizá, si lo escribiera ahora, ese 30 por ciento aumentaría.
Y es que este asunto, por más que traten de negarlo, está lleno de detalles extraños que sólo tienen sentido de una forma.
Imaginad a una persona que empieza a tener la mosca detrás de la oreja con Paul McCartney. Ha comparado fotos, ha escuchado canciones y piensa “¡menudo cambio dio este chico en unos meses!” Sigue indagando, mira más fotografías, videos… Y de repente se encuentra con esto.
O esto otro, con pequeño escalón de por medio. Y se pregunta: “¿Pero también creció?”
No es común que un hombre crezca a los 24 años. Puede que haya sucedido alguna vez en la historia (de todo hay) pero estamos hablando de alguien que además ha cambiado de estilo, de cara, de voz… Así que esto ya empieza a ser raro. Eso es lo que me pasó a mí cuando empecé. Y fruto de ese “mosqueo” surgió la idea de escribir este artículo convertido ahora en galería.
Quiero dejar claro que mi investigación en este campo carece del rigor técnico necesario. Para realizar este tipo de comparativas con todas las garantías hay que tener conocimientos de tratamiento de imágenes y manejar conceptos como plano, perspectiva e inclinación. Al menos para que sirvan como prueba científica irrefutable.
Esta galería no es científica, sino reflexiva; porque hay cosas que son muy difíciles de encajar por más que las quieras achacar al fotógrafo. De manera que quiero compartir con vosotros la búsqueda que hice y las conclusiones que fui sacando según lo que encontraba. Este fue el segundo artículo que escribí. Seguro que habrá fotos que suscitarán debate, ¡bienvenido sea!
Ringo (aquí, sentado) era el más bajito, diferencia que se apreciará en todas las imágenes de los Fab Four, ya sea antes o después de 1966. Por eso para hacer comparaciones, nos servirán mejor las de John, George y Paul ya que, como se puede apreciar en la foto superior, tenían una estatura similar.
Paul y John medían 1,80 m. George un poquito menos, 1,79 m. Paul mismo lo dijo en una entrevista, de manera que no hay interpretación posible. No tiene que haber ninguna duda de que George, Paul y John medían lo mismo. Este hecho es irrefutable, por más que algunos se hayan empeñado en hablar de un “Paul mucho más alto que sus compañeros” al no poder encontrar otra explicación a algunas de las cosas que vamos a ver más adelante.
Ringo disimulaba su menor estatura con unos buenos tacones (de unos cinco o seis centímetros). Recordadlo para más tarde, ya que será un recurso que les resultará muy útil en el futuro…
Ringo sin tacones: se nota la diferencia.
John y Paul, ambos con la misma postura y cargando el peso sobre su pierna izquierda.
Frente a frente; esa línea del decorado que tienen sobre la cabeza nos viene muy bien para comprobar que miden lo mismo.
Ahora veamos algunas imágenes en las que aparecen tocando, que nos serán muy útiles para compararlas con las imágenes de los vídeos en los que aparece Faul.
Atención a los hombros de los tres, suele ser una buena referencia.
George y Paul, cantando juntos, tienen la misma altura, ese centímetro que se llevaban apenas se aprecia. Paul no tiene que agacharse en absoluto (luego veremos imágenes en las que esto sí ocurre).
Bien, queda clara entonces la altura, con distintos planos de cámara, algún que otro pequeño truquillo de Ringo y las distintas posiciones que adoptan en las fotografías.
Ahora toca ver algunas imagenes post66. Qué oportuna está aquí Martha, ¿verdad?
Recurso que no aparece en esta otra toma. La diferencia es prácticamente la misma.
Esta foto está tomada durante la grabación del video I am the Walrus. Si recordáis las imágenes, así como la foto que aparecía en el libreto del álbum Magical Mystery Tour, Faul iba descalzo.
Cómo no ponerla, siendo que tenemos a los Beatles de antes de 1967 al lado, para comparar.
Pero también tenemos esta otra, por si quedaba alguna duda.
¿Cuál es el problema? Que no les vemos los pies, y alguno nos dirá que Paul adquirió el gusto de calzar botas de tacón de mujer para conseguir esto.
En este video de la canción Two of us sí sabemos lo que llevaban en los pies. John unas zapatillas deportivas y Faul unos botines marrones de no más de dos centímetros de tacón.
Un recurso que se puede utilizar para disimular la diferencia de altura son los sombreros. Video Hello goodbye versión 1, nótese el sombrero de George, especialmente la forma, terminado en punta.
Si trazamos una línea recta desde la cabeza de Faul, apreciamos la diferencia. Y eso que el plano, con John algo más adelantado, favorece la sensación de que los ojos, hombros y barbilla están a la misma altura.
El calzado es un método muy utilizado también. Hello goodbye versión 2, George lleva tacones, de unos 4-5 centímetros, similar altura a los que llevaba antes Ringo, se puede comprobar por la posición de los pies (la inclinación talón-punta). Faul está flexionando las rodillas, disminuyendo así su altura (una postura que acostumbrá a adoptar a menudo) y lleva zapatillas planas.
Faul sin agacharse.
Cuánto ha disminuido aquí Faul. Y es que no sólo flexiona las rodillas, sino que encorva la espalda hacia delante.
George más adelantado y cercano a cámara.
Video Revolution, 1968. A pesar del plano desde abajo se nota la diferencia de altura.
Plano bajo y desde la izquierda.
Faul se está agachando y aún así, sigue siendo más alto. Comparadla con la imagen 14, la de George y Paul cantando al mismo micrófono.
Y a partir de aquí, tenemos trucos para todos los gustos. Como el que estamos viendo, con esta pose tan natural.
Las siguientes tres imágenes se pueden encontrar tal cual en la red, en páginas oficiales. Este debió de ser el proceso: Foto 1. “Chicos, probemos a levantarle un poco el pelo a George, a ver qué pasa…” “Ummm, no es suficiente, sigue pareciendo más bajo. Además, con John no sirve el apaño, se notaría mucho”.
Foto 2. “Ya sé: le recortamos la cabeza a George y se la ponemos más arriba, aunque parezca que tiene el cuello de jirafa… No, sigue sin quedar bien. Y seguimos teniendo el problema de John”.
Foto 3. “¡Si seremos tontos! ¿Cómo no habíamos caído? Bajamos a Faul y arreglado”. “Oye… ¿Pero no se notará mucho? Mira que ahora las piezas horizontales de los botones coinciden y antes no”. “Bah, no, la gente ni se entera. Anda, ponedle a George otra vez la cabeza donde estaba, por favor”.
Comparación pre y post 66 con Mal Evans.
Paul y Faul con Jane Asher. Lástima no tener la foto de la izquierda completa para comparar los tacones de Jane. Aún así, la diferencia es clara. Ojo a la cintura y los hombros. Además, sólo con ver las proporciones del cuerpo de Faul, ya nos imaginamos su altura. Comparemos también la segunda foto por la izquierda, las piernas de Faul, con la imagen que mostraré más adelante (Faul con traje rosa), donde se verán las piernas proporcionalmente más cortas.
Otro ejemplo. No creo que Jane llevara zapatos con plataforma de 15 centímetros en la foto de la izquierda. Por cierto, del gusto de Faul en cuanto a ropa hablaremos en otro artículo…
Cuando los trucos de “andar por casa” fallan o resultan insuficientes, nada mejor que recurrir al retoque. El forense Francesco Gavazzeni, experto en análisis fotográfico, determinó sin lugar a dudas que había habido retoques en varias de las imágenes que había analizado. Como en este ejemplo que estamos viendo, ¿No se ve a Faul desproporcionado, como más alejado de lo que en realidad está, con la cabeza más pequeña (comparadla con la de John y George) y las piernas más cortas? Comparadlas en la imagen de más arriba, junto a Jane. ¿Y esas dos rayas que se ven a ambos lados de Faul?
Aquí otra versión.
A continuación comentaremos algunas de las fotos de la última sesión que se hicieron juntos los Beatles el 22 de agosto de 1969. Salvo la manipulación fotográfica, no encuentro explicación a lo que se ve en ellas.
Ante ustedes “Paul McCartney”, el increíble hombre menguante. Ringo Starr jamás fue igual de alto que Paul. Aquí, además, se pueden ver los pies y el terreno que pisan. La inclinación del mismo no justifica tamaña maravilla.
Ahora, ante ustedes, un nuevo fenómeno, George Harrison. No es sólo lo extraña que resulta esta diferencia de John y George, es que los contornos de las figuras están descaradamente cortados y vueltos a pegar. En todas las fotos de esta sesión se ve un baile de estaturas exagerado como para responder a motivos de encuandre o tipo de objetivo, sobre todo teniendo en cuenta que la altura de todos ellos se mantenía mucho más constante en años anteriores.
Uno ve estas imágenes y acaba llegando a la conclusión de que está ante otra prueba más de la sustitución de Paul. Hasta que de repente te das de narices con esto. Se ve un poco más alto, sí, pero no al nivel de imágenes anteriores. ¿Qué recurso utilizaron? ¿Alzas dentro de los zapatos? ¿Se agachaba Faul?
Faul: “Mirad, chicos, podríamos bajar así, que disimula mucho”
“Y luego doblo las rodillas así”
John: “No, Faul, mejor dóblalas así”. Faul: “Voy a probar”. Ringo: “Jaja, ahora soy yo el más alto”. George: “Tierra, trágame”.
Faul: “Mira qué guay, John”. John: “Déjalo, con las alzas dentro de los zapatos creo que hemos salvado la papeleta”.
Un hombre con una gran flexibilidad, no sólo para mantenerse en esta postura, sino también para crecer y menguar a voluntad. Todo un súper héroe que muta de altura, largura de piernas, color de ojos, anchura nasoespinal, voz y personalidad. El Jekyll y Hide de la música moderna. Y si no, que me lo expliquen…